miércoles, 25 de junio de 2008

Libertad a Ingrid Betancourt y a todos los secuestrados

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Recientemente hemos tenido varias conferencias, foros, manifestaciones pacíficas y eventos religiosos en conmemoración del primer aniversario del asesinato de los 11 diputados del Valle del Cauca. Se inauguró en Cali el parque de los diputados donde cada familia sembró un árbol en memoria de sus seres queridos y se dio comienzo al nacimiento del jardín de la esperanza y del perdón. En las instalaciones de la Asamblea departamental se descubrió una placa en honor a los mártires y héroes de la violencia.

Como miembros activos de “Multiplicadores de Paz” nuestra meta y tarea urgente es continuar organizándonos, utilizando el Internet, los medios de comunicación, las universidades para continuar pregonando y anunciando que Colombia y el mundo quieren paz y libertad. Entre más voces nos unamos e invitemos más personas a nuestros eventos y organizaciones nos haremos oír y hacer sentir par que muy pronto, tanto el gobierno como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se sienten en la mesa de negociaciones por el acuerdo humanitario.

Hoy más que nunca nuestra solidaridad, creatividad y acción jugaran un papel importante para la pronta liberación de nuestra hermana Ingrid Betancourt y los cientos de secuestrados que todavía quedan en las selvas colombianas. Es hora de decir basta ya a la violencia, a la guerra, al odio, es tiempo de vivir en hermandad y concordia. Es el tiempo de la reconciliación, de construir un país equitativo, no con las armas sino con las ideas positivas. Que nuestros dirigentes trabajen arduamente en una verdadera inversión social, que los desplazados y desprotegidos regresen pronto a sus hogares, que no se escuchen nunca más los lamentos y tristezas de los niños huérfanos y las viudas, que se escuchen el cantar de las aves y no el sonido aterrador de las armas. Que Colombia vuelva a ser pionera en la defensa de los derechos humanos y en el país de la eterna libertad. Que orgullosos y satisfechos nos sintamos de ver que nuestro trabajo por la paz y la libertad de los secuestrados tuvo eco y poder tener la satisfacción de ver a Ingrid Betancourt y a todos los secuestrados libres. ¡Que viva la libertad! ¡No al secuestro, si a la paz!

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