También quiero aprovechar para darle gracias a todas las personas que se hicieron presentes en la Plaza de la Libertad, cerca de la Casa Blanca en Washington donde, en la misma ciudad hace muchos años, el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr., dijo por primera vez “I Have a Dream,” “Tengo un Sueño.”
Igualmente gracias a nuestro pontífice, el Papa Benedicto XVI quien el Miércoles de Ceniza, pidió por la Paz de Colombia, por la pronta liberación de los secuestrados, y le dio esperanza y ánimo espíritual a Yolanda Pulecio (madre de Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC) y a su comitiva que los recibió en el Vaticano.
Que ójala la bendición del Papa Benedicto XVI llegue a todos los cristianos a la Colombia desangrada por la violencia, de los alzados en armas, a todos los que marcharon, a los bienaventurados que trabajan por la Paz; y también por el cese de fuego en Kenia y en Irak.
¡GRACIAS Y UN MILLON DE BENDICIONES!
A seguir trabajando y orando por la Paz y por la Libertad de los secuestrados.
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