lunes, 5 de noviembre de 2007

El Ingeniero Folgar y la Paz

Hace ya varios años tuve la oportunidad de conocer al ingeniero Salvadoreño Luís Napoleón Folgar López y nos hicimos muy buenos amigos. De inmediato nos identificamos porque teníamos muchas cosas en común, menos por supuesto la edad y la carrera profesional. El un ingeniero y yo un sacerdote diocesano, pero un denominador en común tenemos los dos: el querer servir al prójimo. Tantos jóvenes profesionales que terminan una carrera y inmediatamente quieren empezar a ganar y a ganar dinero para rápidamente conquistar el mundo, viajar, formar un hogar, comprar el carro del año, etc.

Muy pocos quieren devolver a los más necesitados por las ganancias recibidas. Lamentablemente nuestros jóvenes profesionales han invertido los valores y se han olvidado de ellos. Muchos increíblemente hasta han olvidado los padres de familia que se esforzaron y se sacrificaron para darles una buena educación a sus hijos. Pero en el caso de Luís Folgar es todo lo contrario. Yo estoy convencido que como él en este mundo hay personas con un gran corazón y un gran sentido humano que están sufriendo en nuestra sociedad y en nuestros países las consecuencias de la guerra, de la pobreza y del aislamiento social.



Después de terminar su carrera en la Universidad de Virginia Tech, Luís decidió fundar una organización llamada “Hermanos sin Fronteras” conocida como HESINFRO cuya misión es proveer la educación moral e intelectual necesaria para que los niños que viven en las calles de las grandes ciudades aseguren un mejor futuro para si mismos y sus futuras generaciones. HESINFRO brinda una oportunidad para proveer educación intelectual y formación moral a la infancia que vaga por las calles y que esta olvidada por la sociedad y destinada a fracasar. El llamado es para todos y cada uno de nosotros podemos multiplicar las bendiciones que Dios manda cada día.

Una de las formas de conseguir Paz es brindar esperanza. Que los nuevos profesionales, los jóvenes universitarios se unan a estas campañas de solidaridad, de amor, y de crear conciencia para llevar soluciones a los más necesitados, a los que se están quedando atrás en el mundo contaminado de indiferencia, para que aquellos que viven y triunfan en este país no olviden sus raíces, su gente y los que sufren carentes de oportunidades. Se voluntario de “Hermanos sin Fronteras”, únete a llevar esperanza, y así se un multiplicador de Paz. Para más información llamar al teléfono 540-239-6802.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida nos manda un llamado a servir, a buscar algo que trasciende el materialismo humano y que nos ayude a explicar la injusticia humana. El problema es que ese llamado es muy dificil de escuchar, se nos presenta dentro de una frecuencia espiritual es un llamado interior. Ejemplo de este llamado es el sacerdocio, es una vocacion, un regalo de Dios, una bendicion de pode alinear nuestros objetivos personales con los objetivos de Dios Padre aqui en a tierra. El llamado se nos presenta de diferentes formas, en diferentes ocaciones y bajo diferentes circumstancias...por eso es importante estar atentos y tratar de ver mas allá de nuestros ideales personales y de nuestra experiencia humana para poder escuchar ese llamado.

Las noticias nacionales e internacionales, el internet, la musica, los medios de comunicacion, el trabajo y los avances de la ciencia, las relaciones sociales y los problemas economicos son miles de factores que estan constantemente creando un ruido que no nos permite escuchar el llamado de auxilio....no de las demas personas....pero de nuestra propia alma que esta vangando sin rumbo y sin proposito.

Miles de jovenes tienen prioridades equivocadas y en realidad no les importa saber nada sobre los demás, se mantienen jugando individualmente y lastimosamente no se dan cuenta que este mundo no es mas que un pequeno equipo de hermanos con una mision comun...."el de ayudarnos los unos a los otros"...sin embargo el ruido que nos rodea cambia el mensaje de ayudar por la apariencia de la necesidad de explotar.."explotarnos los unos a los otros". No es sino hasta que una enfermedad terminal nos agobia o hasta que necesitamos un donador o un transplante y la ayuda economica de otras personas, hasta entonces entendemos y comprendemos la soledad que tenemos y cuan vulnerables somos.

Ayudar a alguien mas que un acto de caridad es un acto de sanacion personal, el ayudar a alguien nos devuelve la vida y nos llena de orgullo y satisfacion personal que son los ingredientes claves para evitar la depresion, el estres, la codicia, y sobre todo el vacio espiritual.

La capacidad de ayudar a otros se esta perdiendo en los jovenes, las razones son muy obvias...hemos heredado las angustias de nuestros padres que viven constantemente deprimidos por lo que no pudieron llegar a ser, y por lo tanto los jovenes se sienten obligados a triunfar economicamente sin importar los metodos ni las causas. Al mismo tiempo, tenemos muchos jovenes que son conformistas y al ver el fracaso de sus padres despues de tanto luchar, tiran la toalla y se dedican a hacer lo mas facil....NADA.

Si no hacemos nada, pareceria como que si no tuvieramos nada que perder...y sí es cierto...personalmente no perdemos nada, pero el mundo pierde una persona más que tiene el potencial y la capacidad de ayudarle a miles de personas. Todos podemos ayudar, somos seres humanos que fuimos creados para compartir y para crecer no aislados sino en grupo y atravez de relaciones humanas...no importa tu raza, religion, sexo, or estatus social, la unica persona que nos puede aislar y poner barreras para progresar y hacer un cambio somo nosotros mismos...olvidemos las excusas pues no son nada mas que nuestras propias dudas por el hecho de no conocer nuestro potencial al 100%.
Dediquemos un poco mas de tiempo para escuchar a esa voz interior que te llama a ser un lider un ejemplo para tus amigos, un ejemplo para tu familia (hijos, hermanos y padres)..
Al final del camino todos vamos a morir, mas sin embargo la obra que comenzemos vivira y crecera como un grano de mostaza y se multiplicara por todos los estrechos de la tierra.

HSF-1